16 de octubre de 1783
Mi diario sigue colgado y Miércoles sigue sin entender el concepto "licencia literaria" para mi caso. Ay, estos bárbaros nativos y su apego a las leyes de la física...
15 de octubre de 1783
Miércoles me ha preguntado que si mi diario de a bordo está en lo alto del cocotero más alto ¿cómo estoy escribiendo esto? Le he explicado que no todo lo que se lee ha de ser verosímil, que uno se puede permitir ciertas licencias literarias.
14 de octubre de 1783
Esta mañana se me ha quedado el diario de a bordo colgado de un cocotero gracias al cleptómano del loro. El más alto de todos, por si el bicho no lo había hecho a posta...
13 de octubre de 1783
Estos días estoy entretenido. La lluvia me ha levantado un poco el ánimo. Pero de vez en cuando vuelve la gran pregunta: ¿Hasta cuándo durará esto?
11 de octubre de 1783
Va saliendo el sol, el licor de coco no ha dejado resaca y la brisa es estupenda. Creo que hoy jugaremos un rato a mi recientemente inventado footcoconutleaf.
10 de octubre de 1783
Los árboles, la playa, el mar, la madera de la cabaña, la hierba... todo huele fenomenal después de la lluvia. Hoy me siento con ganas de hacer algo.
9 de octubre de 1783
Hoy la tormenta ha comenzado a alejarse. Incluso durante un buen rato ha dejado de llover. Quizás esta noche Miércoles y yo nos tomemos un licor de coco.
8 de octubre de 1783
Poco a poco, Miércoles va adaptándose a la vida en la cabaña. Hoy, ante el impenitente aguacero que nos asola desde hace días, ha preparado un delicioso té con vainilla. Nos lo estamos tomando en las sillas del porsche, mirando al océano horizonte.
7 de octubre de 1783
En estos días tormentosos me da por pensar. A veces pienso cosas que no debería. Lo peor del futuro es que, a pesar de estar convencido de que no será bonito, el tiempo te lleva inevitablemente hacia él. Así que será mejor hacerse a la idea.
6 de octubre de 1783
En días así sí le entra a uno la añoranza. Se da uno cuenta de que la felicidad es una chimenea, un buen libro y una taza de té.
5 de octubre de 1783
Sigue lloviendo. Diluvia, más bien. Los animales han desaparecido y hace hasta un poco de frío. Esto se ha convertido en un lugar inhóspito.
4 de octubre de 1783
La tormenta llega y todo lo envuelve. No hay claridad alguna en el horizonte, todo sucumbe a la oscuridad.
3 de octubre de 1783
Miércoles ha vuelto, pero también he de hacerme a la idea de que no estará aquí para siempre. El mar se ha embravecido y parece acercarse una fuerte tormenta.
2 de octubre de 1783
Esta mañana Miércoles ha salido a por fruta y aún no ha vuelto. Jamás en mi vida me había sentido tan solo.
1 de octubre de 1783
Hoy me he acordado de mis padres. Espero que no estén tristes por mi ausencia. Sólo deseo que disfruten también por mí de las maravillas de mi tierra escocesa.
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