25 de noviembre de 1783

De pequeño mi madre siempre me ponía en el ojo un emplaste de leche caliente de oveja con miel para curar la conjuntivitis, pero aquí no veo de qué forma podré procurarme algo parecido. Tengo el ojo como si hubiera puesto en duda la moralidad de las madres de los presentes en el pub de mi pueblo un sábado por la noche.

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