27 de noviembre de 1783

Hoy, ya al atardecer, estaba sentado en la playa disfrutando de la brisa cuando una gaviota se ha cruzado caminando por delante de mí. Cuando me fijé en ella, me clavó la mirada y, sin dejar de caminar, me la sostuvo hasta desaparecer por detrás de las rocas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario