26 de junio de 1784

He pasado una noche rara.
Pero esta mañana cuando me dirigía a mi puesto de pesca he notado como si algo dentro de mi explotase.
Dios mío, menos mal que la isla está casi desierta. Lo que está saliendo de mí es como un río de lava negra.
Ahora viscosa, ahora líquida, ahora densísima. El olor ha fulminado a un cuervo tropical que me sobrevoló a unos diez metros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario