1 de enero de 1784

Hoy he abierto los ojos despacio, por si el fin del mundo, la nada, me asustaba de repente. Y no, el mundo tal y como lo conocía sigue existiendo. Al menos dentro de los límites del horizonte que se divisa desde esta maldita playa. El mundo de Miércoles también parece tener continuidad. Y también sigue perteneciendo a otra galaxia, la de la gente loca pero feliz..

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