31 de diciembre de 1783
Nochevieja. Afronto hoy la velada con la firme esperanza de que se acabe el mundo de una puñetera vez. Quizás lo sentiría un poco por Miércoles, pero el vive en su propio mundo, así que es posible que el mío finalice y el suyo siga.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario