3 de abril de 1784

Al parecer, no hubo naufragio, todo se trató de una broma.
Yo estaba dormido y todos comenzaron a gritar: "¡Escollera! ¡Nos hundimos! ¡Sálvese quien pueda!" Mientras golpeaban cazos y toneles.
Yo salté por la primera escotilla que vi. Dicen que al grumete O'Hara se le estalló una tripa de la risa y estuvo a punto de morir.

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