Algo me olió mal al ver que Crosseye continuaba como timonel.
Esta vez nos hemos comido la escollera con toda la proa y, si me apuro, de amura a aleta y viceversa.
Milagrosamente, he conseguido llegar a la playa a salvo.
Náufrago de profesión
Jaja, se veía venir, el pobre Robinzalon no tiene suerte.
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