1 de junio de 1784

Esto no está siendo como yo esperaba.
Nada más acabar la ceremonia. El caníbal gordo -que debe ser el jefe o algo así- se ha cogido a Bambata, la ha llevado a mi choza y no ha salido hasta bastante después del mediodía.
Se les oía gemir a dos playas de distancia. El resto de la tribu bailaba alrededor de la choza gritando oé oé oé y alrededor mío con los puños en la frente y el índice y el meñique extendidos.

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